Pequeñito, travieso y juguetón
así es el peque de mi corazón,
me sonríe cada vez que le invito a jugar
con los carritos que le regalo su papá.
Cada día mi peque me invita a soñar
en su mundo de fantasía sin igual,
donde sólo existen las risas y juegos
que se deslizan por doquier.
Sus travesuras le han costado
uno que otro dolor
pero a ese peque sin control
nada lo puede detener.
Lo mejor que me puede regalar
son sus carcajadas contagiosas,
las que adoro cada vez
que se encuentra junto a mí.
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